lunes, 24 de noviembre de 2008

LOS SIETE HABITOS PARA LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA

Autor: Dr. Stephen R. Covey


Resumen Ejecutivo: Prof. Santiago Franco León

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Considerado como el “gurú” norteamericano, el Dr. Stephen Covey ha leído la literatura del éxito norteamericano de los últimos 200 años y ha extraído estas siete normas que pueden ser aplicadas a todas las situaciones de nuestra vida, para los líderes, como padres, jefes, gerentes, directivos o como integrante de un miembro en la sociedad o comunidad donde vivimos.


El Dr. Covey lidera la empresa Frankling Covey Company, firma que tiene el 82 % de las 100 fortunas, con ella realiza entre otras actividades, estudios y aplicaciones sobre liderazgo centrado en principios en instituciones y organizaciones de todo el mundo, propietarios de pequeñas y medianas empresas y entidades gubernamentales y mucho mas son las familias y personas que ha escuchado al Dr. Covey.


Actualmente radica en el estado de Utah, Salt Lake (USA) junto a su esposa Sandra, con quien tiene 9 hijos y 52 nietos.


La siguiente es un síntesis realizada como parte de su formación complementaria de todo profesional, como tal intenta ser una lectura rápida para motivarlas y conocer un poco mas acerca del tema.


Ud. Querido(a) estudiante aprenderá mejor cuando enseña a alguien, de lo que aprendido en una institución de formación. Porque enseñar crea un compromiso que da nuevo significado al rol de aprender.


Cuando se quiere iniciar un proceso de renovación, lo primero que tenemos que hacer es invertir tiempo para mejorarnos a nosotros mismos como personas o como conductores de una organización, este cambio solamente se consigue con hábitos, que debemos cultivar para una mejora continua en el desarrollo de la vida personal.


“Una persona sino sirve, no sirve”

Primer Hábito: Ser proactivo.

La proactividad se refiere a que ante cada estímulo del medio ambiente tenemos la habilidad de decidir la respuesta que queremos dar, esto quiere decir que no somos esclavos de las acciones o condiciones que sobre nosotros se efectúan, sino libres ejecutores de nuestra conducta. Un ejemplo práctico en nuestra vida es el de un chofer de un automóvil que nos grita una obscenidad o nos toca con insistencia la bocina. En este caso nuestra respuesta puede variar desde tomar un arma y dispararle para luego sufrir las consecuencias legales de nuestra conducta hasta simplemente ignorarlo y no dejar que altere nuestra tranquilidad.

Covey considera que la esencia de la persona proactiva es la capacidad para subordinar los impulsos a los valores. Para ello compara la actitud de las personas proactivas y las personas reactivas.

Lo importante es que la decisión es nuestra, que somos los responsables de nuestra conducta. Es tener la “respuesta” y la “habilidad”. Lo importante en las personas proactivas es la responsabilidad prometernos a nosotros mismos y de cumplir esas promesas.

Segundo Hábito: Empiece con un fin en mente.

Este hábito consiste en que nuestra conducta no la debe regir el capricho ni el azar, debemos tener objetivos precisos a los cuales acercarnos: Un título universitario, comprar una casa o un carro, mantener una relación armoniosa con nuestros familiares y compañeros de trabajo. Cada vez que tomemos una decisión importante debemos decidir si ésta nos acerca o nos aleja de nuestros objetivos. Como personas debemos hacer un proyecto de vida y revisarlo constantemente para avizorar como vamos

Tercer Hábito: Establezca primero lo primero.

El capitulo comienza un una frase del sabio alemán Goethe: "Lo que importa más nunca debe estar a merced de lo que importa menos". Consiste en distribuir nuestro tiempo sobre la base de prioridades: El autor describe un método de organizar el tiempo sobre la base de cuatro cuadrantes en los cuales coloca las actividades: urgentes, no urgentes, importantes y no importantes.

El notable autor Robert J. Mckain expresa: “La razón por lo que la mayoría de las metas principales no se alcanzan es porque empleamos nuestro tiempo haciendo cosas secundarias” , entonces imprescindible priorizar entre lo importante y lo urgente como entre lo urgente y lo no urgente.

Cuarto Hábito: Pensar en Ganar-Ganar.

Este hábito indica que nuestras interacciones con otros seres humanos siempre deben ser de mutuo beneficio, que no existe otra opción. Nuestra relación con un cliente debe ser ganar-ganar, si yo gano y mi cliente pierde, pierdo al cliente. No existe otra opción, aunque a corto plazo otros tipos de relaciones resulten en ganancias inmediatas, a largo plazo vemos que son ineficaces y perjudiciales para ambas partes. El autor explica que si después de razonar con nuestro interlocutor no logramos un acuerdo ganar-ganar, nos queda la opción de "no hay trato".

Quinto Hábito: Procure primero comprender y después ser comprendido.

Este hábito trata de ponerse primero en el lugar del otro, de ver las cosas desde su punto de vista. Se basa en el refrán popular de " Todo es del color del cristal con que se mire". Es quizás el más difícil de practicar, casi siempre pasamos más tiempo hablando que escuchando y creemos que las cosas sólo pueden ser de la manera en que nosotros las vemos.

Sexto Hábito: La Sinergia.

Algunas metas las podemos lograr solos, pero las empresas grandes sólo las podemos lograr con trabajo en equipo. Proyectos como la llegada del hombre a la Luna o la fabricación de la Bomba Atómica son el resultado del trabajo sinérgico. Las empresas familiares bien establecidas.

Podemos concluir que solo existe sinergia cuando el resultado o el objetivo alcanzado por un todo, es mucho mayor siendo alcanzado en conjunto que si se consiguiera de los aportes de cada una de las partes.

Séptimo Hábito: Afile la Sierra.

Este capítulo comienza con la historia de un leñador que se encuentra tan inmerso en su trabajo de derribar árboles que olvida que dedicar unos minutos a afilar su sierra le haría ahorrar muchas horas de esfuerzo. Aplicado a nuestra vida afilar la sierra se refiere a dedicar un breve espacio de nuestra vida a mejorar nuestras condiciones físicas e intelectuales mediante el ejercicio físico y el estudio.



“Somos lo que hacemos día a día, de modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito”